
El sombrero es un complemento asociado tanto a un estilo refinado como a las buenas maneras, y aunque existen infinidad de tipos: güito, gorro, bonete, chambergo, chapeo, montera, pamela, cofia, boina, birrete, escarcela, chichonera, capelo, solideo, casquete, fieltro, chistera, bombín, hongo, canotier, tricornio, ros, quepis, casco, salacot, tiara, mitra… El común denominador de todos ellos, son las normas sociales específicas para su uso, y es que a fin de cuentas, el mejor modo de hacer lucir tu elegante sombrero es saberlo utilizar.
¿Cuándo debemos quitarnos el sombrero?
Existen varias situaciones que aconsejan a un hombre descubrirse la cabeza, y aunque algunas por sentido común nos parecerán muy obvias, las exponemos en la siguiente lista:
- En espacios cerrados. Aunque hay excepciones por lo general uno debe descubrirse, especialmente en templos, hogares ajenos y restaurantes.
- Para disculparnos. Un tropiezo fortuito con alguien por la calle fruto de una simple distracción, es un motivo y un buen ejemplo de una situación en la que conviene retirarse el gorro.
- Cuando nos presentan a alguien de edad avanzada y/o de gran relevancia. Conviene para mostrar respeto a los ancianos así como con personas que ostenten una posición o cargo elevado, como pudiera ser por ejemplo un doctor, un alcalde, artista, etcétera.
- Si suena el himno nacional de un país. Tanto el de un país ajeno y en específico del propio.
- Al saludar a una señora. En cualquier espacio abierto conviene realizar la acción, aunque sea simplemente realizando el gesto sin llegar a quitárnoslo.
- Al mantener una conversación. A menos que se trate del círculo íntimo (y tampoco estaría de más), conviene desposeernos de nuestro sombrerillo, especialmente si el diálogo tiene lugar con una dama, alguien del clero, de las fuerzas armadas o alguien vetusto.
- Si debemos pasar a través dos o más personas. Especialmente si estaban hablando.
- Cuando se es cortés con un acompañante como con una dama. Ceder un asiento, recoger un bolígrafo del suelo, etcétera.
- Cuando se le pide información a alguien. Ya sea una dirección, la localización de un cine o cerciorarnos de la existencia de algún servicio en la zona, uno debe quitarse el sombrero como respeto ante quien nos está ayudando.
- Ante muestras de agradecimiento. Si alguien nos agradece algo como el haber sujetado una puerta, o cualquier otro favor, debemos corresponder despojándonos del sombrero.
- Si se acerca un conocido de su interlocutor. En caso de que se acerque o pase un conocido, familiar o amigo de la persona con la que está hablando, debe saludar quitándose el sombrero o por lo menos hacer el gesto.
- En situación de deceso. Sea por una situación sobrevenida, o porque participe en una comitiva fúnebre debe descubrir la cabeza completamente, no sólo dentro del templo o tanatorio, sino también en el cementerio y resto de comitiva.
¿Cuándo podemos permanecer con el sombrero puesto?
Las situaciones en la que es correcto mantener el sombrero en su sitio son las siguientes:
- En la barra del bar, cafetería, etcétera. Siempre y cuando no esté comiendo.
- En un ascensor. Excepto si hay damas presentes.
- Por una dolencia. Si alguna herida, marca, cicatriz o similar lo justifica, puede mantenerse el sombrero.
- Llevar las manos llenas. Si las manos se están haciendo cargo de cualquier bulto o paquete que impiden o dificultan la acción de descubrirse.
- En casi cualquier edificio o instalación pública. En una estación de metro o tren, Correos, Catastro, Ayuntamiento, etcétera. A menos que tenga que saludar a alguien, claro.
- En la recepción (hall) de organismos o empresas ya sean públicas como privadas. Al igual que en el punto 5, a menos que deba saludar a alguien.
